necesitaba el reconocimiento ajeno para sentirme bien, con el
mío tenía bastante.
El día más feliz de mi vida fue cuando me di cuenta de que
nadie podía quitarme lo que era mío, porque estaba guardado
en lo más profundo de mi corazón.
El día más feliz de mi vida fue cuando me di cuenta de que no
importaba si bailaba bien o bailaba mal, si me sabía los pasos o
no me los sabía, si me equivocaba o no me equivocaba, si
aprendía rápido o era lenta en recordar.
El día más feliz de mi vida fue cuando me di cuenta de que lo
único que realmente importaba era lo que yo era capaz
de dar de mi misma en cada danza, en cada paso, en cada nota.
El día más feliz de mi vida fue cuando me di cuenta de que
nada ni nadie podía borrar la sonrisa de mi cara, cuando ésta
nacía desde lo más hondo de mi corazón.
El día más feliz de mi vida fue cuando me di cuenta de que
estaba agradecida a la Vida por todo lo que me sucedía, daba
gracias a todo y a todos, nada sobraba y nada faltaba.
¡Y los que somos tus amigos, Vani, somos felices por tenerte! ¡Gracias por todo!
ResponderEliminarGracias José María!! Realmente soy feliz hoy, y Uds. son parte de mi felicidad!! Gracias por tanto!! Cariños y Bendiciones!!
ResponderEliminarhola vani,he pasado por tu rinconcito y me gusto mucho,de ahora en adelante seguire tu blog para leer tus spots.
ResponderEliminarun fuerte abrazo y feliz fin de semana!!!!!!!
Gracias Sony!! Nos estamos leyendo!! Todo mi cariño y muchos abrazos!!
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