Orientado por señales sutiles, caminas por donde no hay huellas, en
medio de un intenso proceso de transformación que te eleva e ilumina.
Te mueves fuera de la lógica. Vas forjando tu propio destino. Das
pasos en el vacío, confiando en tu corazón. Continua así. El
reencuentro está próximo, lo sabes. Tu cristal interior brilla
intensamente. Tu aporte suma. Gracias por Ser.
Puede que no te comprendan e incluso te critiquen, pero eso no
significa que estés equivocado. Te guía la inmensa sabiduría del
espíritu, eso es lo que verdaderamente cuenta. Internamente sabes
que, pese a los contratiempos y las dificultades, te mueves en la
dirección correcta. Este mensaje, que hoy llega a tus manos, es una
clara señal de reconocimiento. Tu luz puede verse desde lejos,
ahuyentando la inconciencia.
De vez en cuando olvidamos que a veces elegimos trabajar en soledad,
como prueba de nuestro compromiso para ayudar a restablecer un reino
de amor, sin limitaciones. Ese marco, de aparente desconexión, fue
necesario para que aprendamos a confiar en nosotros mismos. Deíamos
pulir nuestras gemas. Fue así que decidimos recorrer senderos que, si
bien parecerían diferentes, contienen las mismas enseñanzas
implícitas. ¿Acaso, entre otras cualidades, no tuviste que
desarrollar la tolerancia, la constancia, la paciencia, y un firme
espíritu de superación basado en la fe?
Sé que, íntimamente, siempre supiste que no estabas solo. La
intuición te alentaba a que avanzaras, sobreponiéndote a las
limitaciones, mientras tus ojos miraban en dirección a las estrellas
tratando de recordar. Has recorrido un largo e intenso trayecto, pleno
de vivencias aleccionadoras. Puede que a aún tengas altibajos y te
sientas cansado, pero ya nada te hará desistir. Tu destino es la
grandeza de la luz.
No hace falta que lo manifiestes, la expresión vivaz de tus ojos es
por demás evidente. Reconoces que se acerca el instante en que
volveremos a gozar de la unidad. El entramado se consolida,
mágicamente late. Emerge un nuevo horizonte, más humano, más
esplendoroso y más consciente. Puedo sentir tu alegría interna
desbordar. Tu alma lo reconoce y me pidió que te lo diga: por haber
despertado, en medio de un entorno adverso, eres una pieza clave.
Gracias por Ser.
J.A. Pagano
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